Carlos Sálamo. El jueves 24 de Marzo partíamos a Berlín un grupo de chicos, chicas y entrenadores con mucha ilusión para participar en un torneo de baloncesto y vivir una nueva experiencia.
La verdad que fueron seis días inolvidables, viajar tan lejos con este grupo, es un lujo.
En lo deportivo tanto los chicos como las chicas fuimos de menos a más.
Para mi fue gratificante ver cómo competían a muy buen nivel y como cada día el grupo se iba uniendo más y haciéndose más fuerte. Los chicos llegamos a cuartos de final, quedando 5° en la clasificación general, un gran premio a tanto esfuerzo.
Todo salía bien, buen alojamiento, las comidas bien y con la ayuda de Diana nos movíamos por Berlín sin muchos apuros. Daba gusto verlos caminar por Berlín con su música y sus cantos ante la asombrada mirada de los alemanes, somos españoles. La convivencia fue increíble. Disfrutábamos día a día en muy buena armonía.
Visitamos varios lugares de interés, barrio judío, el muro, la Puerta de Brandeburgo, e incluso los chicos, gracias a la inestimable ayuda de Diana y su tía, pudieron visitar el interior del parlamento, algo no fácil de hacer. A mi, personalmente, el barrio judío y el muro me impactaron.
Destaco el buen comportamiento del grupo, lo fácil que nos lo pusieron, cosa que hizo que nosotros pudiéramos también disfrutar del viaje.
El martes regresábamos a casa con mucho cansancio pero también cargados de vivencias, anécdotas y recuerdos de un viaje impresionante.
Para mi ha sido una maravillosa experiencia que, con este grupo, repetiría a cualquier parte del mundo.
Beatriz Méndez. Hace unos cuatro años en una reunión de entrenadores vino a
visitarnos el actual presidente del Magec Tías, de Lanzarote. Empezó a
contarnos las experiencias que había tenido con sus jugadores organizando
viajes para que vivieran el baloncesto de otra manera, nos habló de un torneo
en Polonia y otro en Austria, vamos…. unos planes super atractivos, pero que
para nosotros era impensable que pudiéramos organizarlo.
Pero nos quedamos con el gusanillo, y con
ganas e ilusión empezamos a trabajar para que nuestros cadetes pudieran
disfrutar de una experiencia como un torneo en el extranjero. Tras ese viaje
tan gratificante al torneo de Polonia, el club decidió seguir planteando
actividades como esa para que nuestros jugadores y jugadoras crecieran como
equipo y personas. Así que llegó el viaje a Austria e Italia, un viaje del que
tuve la suerte de ser partícipe, disfrutamos muchísimo de esa experiencia y de
las visitas a las diferentes ciudades.
Este año, como entrenadora del Junior Femenino de nuevo pude
disfrutar del 3º viaje internacional organizado por el club Baloncesto
Realejos, nos fuimos 5 días a Berlín a disputar un torneo en el que nos
enfrentábamos a equipos de diferentes nacionalidades como Francia, Suiza,
Alemania, y Egipto, a pesar de ir sólo con 9 jugadoras, nuestras chicas dieron
la talla, ganando 2 partidos y llegando a jugar una prórroga, la cuál perdimos
de dos puntos. Aún así, pudimos jugar los cuartos de final, donde nos enfrentamos a un equipo Alemán con
un nivel muy bueno, fue un partido muy gratificante porque a pesar de que
fueran superiores, las realejeras no dejaron de luchar cada minuto del
encuentro.
Experiencias como las vividas en este tipo de viajes nos
hacen crecer como jugadoras pero sobre todo como personas, nos da la
oportunidad de conocer mucho mejor a los chicos y chicas con los que trabajamos
durante la semanas a lo largo de toda la temporada.
En mi caso, debo decir que este viaje ha sido muy especial, pues
he viajado, primero, con niñas que he
entrenado desde que son minibasket, un grupo maravilloso que me ha demostrado
que el trabajo realizado durante tantos años no ha sido en balde, es muy
gratificante verlas crecer y darnos cuenta de que se han convertido en buenas
personas.
Y segundo, con un grupo de entrenadores entre lo cuáles se encuentran
buenos amigos, de los que año tras año, he ido aprendido y formándome como
entrenadora y persona.
Agradecer a Diana, acompañante incondicional en nuestros
viajes, y sobre todo a nuestro
Coordinador Jorge Olano su trabajo e ilusión, porque sin él, este tipo de
actividades no hubieran sido posibles.
Espero seguir perteneciendo muchos años a esta gran familia
del Club Baloncesto Realejos, y poder disfrutar de todas las experiencias que
nos brinda este gran deporte.