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lunes, 11 de abril de 2016

Nuestros entrenadores Carlos Sálamo y Beatriz Méndez nos cuentan su experiencia en Berlín.

Carlos Sálamo. El jueves 24 de Marzo partíamos a Berlín un grupo de chicos, chicas y entrenadores con mucha ilusión para participar en un torneo de baloncesto y vivir una nueva experiencia.
La verdad que fueron seis días inolvidables, viajar tan lejos con este grupo, es un lujo.
En lo deportivo tanto los chicos como las chicas fuimos de menos a más. 

Para mi fue gratificante ver cómo competían a muy buen nivel y como cada día el grupo se iba uniendo más y haciéndose más fuerte. Los chicos llegamos a cuartos de final, quedando 5° en la clasificación general, un gran premio a tanto esfuerzo.
Todo salía bien, buen alojamiento, las comidas bien y con la ayuda de Diana nos movíamos por Berlín sin muchos apuros. Daba gusto verlos caminar por Berlín con su música y sus cantos ante la asombrada mirada de los alemanes, somos españoles. La convivencia fue increíble. Disfrutábamos día a día en muy buena armonía.
Visitamos varios lugares de interés, barrio judío, el muro, la Puerta de Brandeburgo, e incluso los chicos, gracias a la inestimable ayuda de Diana y su tía, pudieron visitar el interior del parlamento, algo no fácil de hacer. A mi, personalmente, el barrio judío y el muro me impactaron.
Destaco el buen comportamiento del grupo, lo fácil que nos lo pusieron, cosa que hizo que nosotros pudiéramos también disfrutar del viaje.
El martes regresábamos a casa con mucho cansancio pero también cargados de vivencias, anécdotas y recuerdos de un viaje impresionante.
Para mi ha sido una maravillosa experiencia que, con este grupo, repetiría a cualquier parte del mundo.
Beatriz Méndez. Hace unos cuatro años en una reunión de entrenadores vino a visitarnos el actual presidente del Magec Tías, de Lanzarote. Empezó a contarnos las experiencias que había tenido con sus jugadores organizando viajes para que vivieran el baloncesto de otra manera, nos habló de un torneo en Polonia y otro en Austria, vamos…. unos planes super atractivos, pero que para nosotros era impensable que pudiéramos organizarlo.
  
Pero nos quedamos con el gusanillo, y con ganas e ilusión empezamos a trabajar para que nuestros cadetes pudieran disfrutar de una experiencia como un torneo en el extranjero. Tras ese viaje tan gratificante al torneo de Polonia, el club decidió seguir planteando actividades como esa para que nuestros jugadores y jugadoras crecieran como equipo y personas. Así que llegó el viaje a Austria e Italia, un viaje del que tuve la suerte de ser partícipe, disfrutamos muchísimo de esa experiencia y de las visitas a las diferentes ciudades.
Este año, como entrenadora del Junior Femenino de nuevo pude disfrutar del 3º viaje internacional organizado por el club Baloncesto Realejos, nos fuimos 5 días a Berlín a disputar un torneo en el que nos enfrentábamos a equipos de diferentes nacionalidades como Francia, Suiza, Alemania, y Egipto, a pesar de ir sólo con 9 jugadoras, nuestras chicas dieron la talla, ganando 2 partidos y llegando a jugar una prórroga, la cuál perdimos de dos puntos. Aún así, pudimos jugar los cuartos de final,  donde nos enfrentamos a un equipo Alemán con un nivel muy bueno, fue un partido muy gratificante porque a pesar de que fueran superiores, las realejeras no dejaron de luchar cada minuto del encuentro.
Experiencias como las vividas en este tipo de viajes nos hacen crecer como jugadoras pero sobre todo como personas, nos da la oportunidad de conocer mucho mejor a los chicos y chicas con los que trabajamos durante la semanas a lo largo de toda la temporada.
En mi caso, debo decir que este viaje ha sido muy especial, pues he viajado, primero,  con niñas que he entrenado desde que son minibasket, un grupo maravilloso que me ha demostrado que el trabajo realizado durante tantos años no ha sido en balde, es muy gratificante verlas crecer y darnos cuenta de que se han convertido en buenas personas.
Y segundo, con un grupo de entrenadores entre lo cuáles se encuentran buenos amigos, de los que año tras año, he ido aprendido y formándome como entrenadora y persona.
Agradecer a Diana, acompañante incondicional en nuestros viajes, y sobre todo a  nuestro Coordinador Jorge Olano su trabajo e ilusión, porque sin él, este tipo de actividades no hubieran sido posibles.
Espero seguir perteneciendo muchos años a esta gran familia del Club Baloncesto Realejos, y poder disfrutar de todas las experiencias que nos brinda este gran deporte.