Un año en progresión
El infantil masculino del Club Baloncesto Realejos comenzaba la temporada con un número reducido de jugadores que se fue ampliando durante la temporada hasta alcanzar el mínimo para la creación de un equipo.
La principal característica de esta grupo era la heterogeneidad de jugadores, algunos de ellos con varias temporadas de experiencia y otros que se iniciaban en la práctica del baloncesto. Esta pluralidad requería un trabajo combinado de táctica y progresión individual para equilibrar los conocimientos y facilitar la comprensión sobre la pista.
Inscritos en la segunda división de la categoría el primer objetivo se cumplió en la fase previa, donde el Club Baloncesto Realejos consiguió la clasificación para el grupo A con un equipo aún conociéndose y con muchos aspectos a ajustar.Durante la liga regular, con equipos expertos y con mayor número de jugadores se vivieron dos etapas. La primera de ellas correspondiente a la primera vuelta en la que el equipo se quedaba a las puertas de la victoria en varias sin alcanzarla. Se percibía la mejoría general del grupo, con una defensa cada vez más agresiva y un juego más fluido en ataque sin embargo el Realejos permanecía en el último puesto de la clasificación. La segunda etapa arrancó con el primer partido de segunda vuelta, un encuentro contra el líder que acabó en victoria, el trabajo de los jugadores durante entrenamientos y específicos tenía sus frutos con la ansiada victoria. Este encuentro supuso un punto de inflexión, a partir del mismo los jugadores se mostraron muy seguros en la cancha, mejorando su toma de decisiones ofensivas y con una gran actitud defensiva. Una muy buena racha les llevó a ganar 5 de los 7 partidos de la segunda vuelta, llegando así otra grata sorpresa, la clasificación para la final de segunda división.Un grupo formado por Nuryana, Candelaria y Hércules requería el último esfuerzo de los infantiles, que siguieron su habitual línea de progresión durante el fin de semana de partidos. Dos derrotas y una victoria los dejaron fuera de la final pero no por ello con malas sensaciones, muy al contrario echando la vista atrás tanto jugadores como aficionados del club quedaron muy satisfechos con el trabajo realizado y la progresión mostrada. Un grupo reducido de jugadores que se ayudó de preinfantiles y minis para finalizar un año con un significativo salto.
